La mantequilla es ese ingrediente mágico que transforma cualquier receta de pastelería. Su sabor, textura y aroma son inconfundibles, y la encontramos en todo, desde hojaldres crujientes hasta cremas irresistibles. Pero, ¿alguna vez te has preguntado cómo llega la mantequilla a nuestras cocinas?
Un poco de historia…
Hace miles de años, alguien transportaba leche en una bolsa de cuero sin saber que, con el movimiento, estaba creando mantequilla. Así empezó todo. Con el tiempo, diferentes culturas refinaron el proceso y la convirtieron en un alimento esencial. En la Edad Media, en algunas partes de Europa era un lujo, mientras que en otras era de consumo diario. Luego, con la industrialización, la mantequilla se popularizó y hoy es imprescindible en la pastelería y la cocina en general.
Cómo se produce la mantequilla a nivel industrial
Hacer mantequilla en casa es divertido, pero a nivel industrial el proceso es muy preciso para garantizar siempre la misma calidad y sabor. Te cuento cómo funciona:
- Recolección y pasteurización de la crema
- Se obtiene la crema centrifugando la leche.
- Luego, se pasteuriza a unos 85-90 °C para eliminar bacterias y garantizar seguridad.
- Maduración de la crema
- Se deja reposar y se fermenta con cultivos lácticos. Aquí es donde la mantequilla desarrolla su sabor tan particular.
- Batido y separación del suero
- Se bate hasta que la grasa se separa del suero, formando los gránulos de mantequilla.
- El suero restante (buttermilk) se separa y se usa en otras preparaciones.
- Lavado y amasado
- Se lava la mantequilla con agua fría para eliminar los restos de suero.
- Se amasa para darle textura y distribuir bien la humedad.
- Adición de sal (opcional) y envasado
- Algunas mantequillas llevan sal para realzar el sabor y mejorar la conservación.
- Finalmente, se moldea y se envasa para su distribución.
¿De qué está hecha la mantequilla?
La mantequilla no es solo grasa, tiene una composición muy bien equilibrada:
- Grasa láctea: Aproximadamente 82% (puede llegar hasta 84% en versiones premium).
- Agua: Entre 15 y 16%.
- Lactosa: Entre 0,5 y 1%.
- Proteínas (caseína y otras): Menos del 1%.
- Sales minerales y otros compuestos: En pequeñas cantidades, dependiendo de la leche utilizada.
Datos curiosos sobre la mantequilla
- Para hacer 1 kg de mantequilla, se necesitan alrededor de 22 litros de leche.
- La mantequilla puede ser dulce (sin fermentar) o ácida (fermentada con cultivos lácticos), cada una con un sabor y textura diferentes.
¿Por qué es tan importante en la pastelería?
La mantequilla es un must en muchas recetas porque aporta:
- Textura y elasticidad en masas y hojaldres, como en croissants.
- Sabor inigualable en bizcochos y galletas.
- Cremosidad en rellenos y ganaches.
- Brillo y suavidad en glaseados y salsas.
Cómo conservarla bien
Para que siempre esté en su mejor estado:
- Guárdala en la nevera, bien envuelta, para que no absorba olores.
- Si no la vas a usar pronto, congélala hasta por seis meses.
- La mantequilla con sal dura más que la sin sal, porque la sal actúa como conservante natural.
La mantequilla no es solo un ingrediente, es un pilar en la pastelería. Su proceso de producción es fascinante y nos permite disfrutar de un producto de calidad en todo el mundo. ¿Y tú? ¿Cómo usas la mantequilla en tus recetas favoritas? ¡Cuéntamelo en los comentarios!

