Para 6 a 8 porciones
Tamaño y tipo de molde: molde redondo de 15 cm
Tiempo de preparación: 15 minutos
Tiempo de cocción: 30-35 minutos
Dificultad: ⭐ (Fácil)
Un bizcocho suave, esponjoso y con un toque delicado de frutos secos. Esta receta de bizcocho de yogur con pistacho es perfecta para quienes buscan una base sencilla pero sabrosa, ideal tanto para acompañar un té como para usar en tortas más elaboradas. Lo que más me gusta de este bizcocho es que combina ingredientes básicos que siempre tengo en casa con un ingrediente especial —el pistacho— que transforma por completo el resultado.
Un dato curioso
El bizcocho de yogur es un clásico de la repostería casera en muchos países, conocido por su textura húmeda y su preparación sencilla. En Francia, incluso es común que los niños lo preparen en casa usando el vasito del yogur como medidor. Aquí le damos un giro especial añadiendo pistachos, frutos secos muy valorados en la repostería por su sabor y color.
Materiales que vas a necesitar
- 2 boles grandes
- Espátula o batidor de mano
- Tamiz o colador fino
- Molde redondo de 15 cm
- Papel de hornear o spray desmoldante
- Báscula de cocina (opcional, pero recomendable)
Ingredientes
- 180 g de harina de trigo (tamizada)
- 150 g de azúcar
- 3 huevos
- 125 g de yogur natural sin azúcar
- 80 ml de aceite vegetal (girasol o canola)
- 1 ½ cucharadita de polvo de hornear
- 50 g de pistachos molidos finamente
Procedimiento
- Precalienta el horno a 170°C.
- En un bol grande, bate los huevos, el yogur y el aceite hasta que estén bien integrados.
- En otro bol, tamiza la harina con el polvo de hornear. Añade el azúcar y los pistachos molidos, y mezcla.
- Incorpora los ingredientes secos a los húmedos poco a poco, mezclando con una espátula o batidor de mano. La masa debe quedar homogénea y sin grumos.
- Vierte la mezcla en un molde redondo de 15 cm previamente engrasado o forrado con papel de hornear.
- Hornea durante 30 a 35 minutos o hasta que, al insertar un palillo en el centro, este salga limpio.
- Deja enfriar completamente antes de desmoldar con cuidado.
Tips para el éxito
- Tamiza siempre la harina y el polvo de hornear para evitar grumos.
- Si quieres un sabor más marcado a pistacho, puedes añadir unas gotas de esencia de pistacho a la mezcla.
- Deja enfriar bien el bizcocho antes de desmoldarlo para que no se rompa. Puedes incluso prepararlo la noche anterior y envolverlo en film una vez frío.
Usos de la receta
Este bizcocho es perfecto por sí solo, pero también puedes usarlo como base para tartas más sofisticadas. Su sabor suave y ligeramente tostado por los pistachos combina muy bien con frutas y cremas.
Yo lo usé como base para una torta Tutti Frutti con crema mousseline de vainilla, frutas frescas y un toque de kirsch, y quedó deliciosa. Es una opción ideal si quieres un bizcocho que no sea demasiado dulce, pero que aporte carácter y textura a una torta elegante.
Variaciones y sustituciones
- Puedes reemplazar los pistachos por almendras molidas si no los tienes a mano.
- Usa yogur de vainilla para un toque extra de sabor, o yogur griego si quieres una miga un poco más densa.
Conservación y almacenamiento
El bizcocho se conserva bien durante 3 a 4 días a temperatura ambiente, bien envuelto en film o guardado en un recipiente hermético.
También puedes congelarlo (una vez frío y bien envuelto en film) hasta por 2 meses. Para descongelarlo, colócalo primero en la nevera durante unas horas o toda la noche, y luego deja que alcance la temperatura ambiente antes de usarlo. Así evitarás que la textura se vea afectada por cambios bruscos de temperatura.
Si pruebas esta receta, ¡cuéntame en los comentarios qué te pareció o cómo la adaptaste! Me encantará leerte 😊

